Good morning everlasting nerdies. OpOp Gurl here. Your
mad and lovely source into the delirious thoughts of a lady who dreams.
Top thought of today? Expectations.
Otra de las cuestiones con las que me encontré al empezar
a opositar y con la que me sigo encontrando aun de vez en cuando (y a la cual
no me puedo acostumbrar) es al tema de las expectativas:
"No me cabe duda de que lo vas a sacar a la
primera"
"Esto es lo tuyo"
"Si no lo sacas tu..."
"Confío en ti eh!"
"Con lo responsable que eres..."
"Siempre has sido muy estudiosa, mira tus notas en
el colegio y en la universidad..."
"Cuando seas jueza…"
Son algunas de las frases que una oía y oye en los
escasos ratos de vida social que tiene... Y si bien en un primer momento eran como
gasolina, en el sentido de que eran una fuente de motivación, conforme se
acercaba el primer examen se convirtieron en plomo y contribuyeron al amasijo
de nervios que ya tenía.
Pero antes de deciros qué pasó con mi primer test, aunque
creo que ya podéis imaginároslo, let me tell you a little bit about me.
Os presento a la pequeña O. Hija única. De pequeña era la
típica chavala un poco esmirriada, normal, con gafas. De momento nada del otro
mundo no? Aquí viene el dato: tartamudeaba. Obviamente me trajo alguna burla en
el colegio, pero bueno, ya es agua pasada... Pese a eso siempre fui muy
estudiosa, odiaba las matemáticas o todo lo relacionado con las ciencias, pero
aun así me iba decente en esas asignaturas. La cosa se puso interesante cuando
llegué a la edad del pavo, alguna amiga ya se echó novio, pero claro ¿quién iba
a querer por novia a una chica esmirriada, gafotas, empollona y para colmo un
poco tartamuda? Nadie, y más aún si tienes por amigas a las hijas de Adriana
Lima y Alessandra Ambrosio.
Pero gracias a Dios, la madre naturaleza, un óptico y un
logopeda mejoré: engordé un poco, me puse lentillas y dejé de tartamudear (lo
cual me costó lo suyo), eso sí, seguía siendo bastante empollona.
En el último curso del colegio me eché novio, un cielo de
chico, duramos unos años, pero la vida se complicó y lo dejamos. En otro orden
de las cosas, a la hora de salir por ahí, pues era bastante decente, alguna
experiencia interesante con el alcohol, pero nada del otro mundo que no pudiese
solucionarse con un "fue sin querer, lo siento" sumado a un par de
semanas encerrada en la biblioteca y recuperando mi dañado status de niña
responsable.
Así que al final de la carrera, compañeros, amigas e
incluso algunos padres y madres me tenían en cierto modo como
"modelo". Lo cual está bien, hasta que opositas.
Porque si algo aprendes cuando opositas es que no importa
quien hayas sido ni las notas que hayas sacado porque lo único que importa es
el solitario día a día, junto con tres exámenes en todo un año.
Tras meses estudiando llegó el ansiado, esperado, temido
y finalmente odiado test. Era una mezcla de emociones: nervios, motivación,
miedo, ganas de gritar… Nervios porque era la primera vez, motivación porque
había estudiado muchísimo, el miedo en cambio era por varias cosas: a fracasar,
a defraudar, a no ser lo suficientemente buena… Y las ganas de gritar eran la
respuesta física de toda la mezcla de emociones.
Salí del test bastante contenta, pero claro, cuando salió
la nota de corte toda la motivación o esperanza que albergaba se desvanecieron.
Vacía. ¿Y ahora QUÉ?
Puede parecer estúpido, pero aunque ahora ya me da igual,
una de las cosas que más me apuraba era que la gente me preguntara “¿cómo fue?”
y bajar la mirada.
Obviamente no fue un fracaso, ya que aquí sigo… Pero si
algo aprendí aquellos días es que la soledad de la oposición no se limita al
encerrarse en una habitación X horas a estudiar. La soledad también comprende
montarte una armadura mental que te permita pasar de lo que los demás digan, puesto
que al final todo esto se limita a un Tú vs. Tú.
So, as Shakespeare said: "Don´t expect anything. Expectations always hurt." Just keep going.
And who am I? That´s a secret I´ll never tell. You know
you love me. xO xO OpOp Gurl.
Hola!! En primer lugar siento mucho que el resultado del test no fuera el esperado, pero lamentablemente nadie dijo que ésto fuera fácil. Lo importante es tener claro en todo momento qué es lo que queremos. Mientras tengas claro que ser jueza, en tu caso, sea el sueño de tu vida saldrás de los baches (porque sí, habrá algún otro :( )
ResponderEliminarY respecto a tu entrada en sí...no me he podido sentir más identificada. Siempre he sido "la empollona" de mi grupo y en la vida pre-opositoril no estaba tan mal porque hacía casi todos los planes de los demás. El problema viene con la opo y esas frases que mencionas que a mí también me dicen constantemente. Sé que lo hacen con la mejor intención del mundo, pero eso me presiona aún más y lo llevo fatal.
Un besazo y ánimo!